Imagen: "Barco sonámbulo", Pavel Bergr

9 de enero de 2015

La primera semilla


Foto: Bet Z


En el posteo anterior conté que anduve ordenando mi biblioteca, haciendo espacio y preparando el terreno para la llegada de nuevos libros. Ya cayó la primera semilla.

Ayer llegó a mis manos un librito de Anagrama, Bestiario, que reúne varios cuentos breves de Kafka protagonizados por animales  (o por Odradeks...)  
Hasta ayer, Kafka era para mí solo- y nada menos que- Gregorio Samsa. Hoy, en el colectivo, en el ascensor, en la cocina, en el bosque - no podía dejar de leer- descubrí que es mucho, muchísimo más. En algunos relatos creí escuchar la voz de  Borges y en otros, para mi sorpresa, la de Cortázar. Pero, a su vez, la voz de Kafka es absolutamente singular.

Qué placer dar con un libro que te toma del cuello y no te suelta... qué felicidad esta lectura... 
Para compartir el descubrimiento, y a manera de muestra, les dejo este cuentito tan delicioso como estremecedor.


Preocupaciones de un jefe de familia

Algunos dicen que la palabra "Odradek" es de origen eslovaco, y basándose en esto tratan de establecer su etimología. Otros, en cambio, creen que es de origen alemán y solo presenta influencia eslovaca. La imprecisión de ambas interpretaciones permite suponer, sin equivocarse, que ninguna de las dos es verdadera, sobre todo porque ninguna de las dos nos revela que esta palabra tenga algún sentido.
Naturalmente, nadie se ocuparía de estos estudios si no existiera en realidad un ser llamado Odradek. A primera vista se asemeja a un carrete de hilo, chato y en forma de estrella, y, en efecto, también parece que tuviera hilos arrollados; por supuesto, solo son trozos de hilos viejos y rotos, de diversos tipos y colores, no solo anudados, sino también enredados entre sí. Pero no es solamente un carrete, porque en medio de la estrella emerge un travesañito, y sobre este, en ángulo recto, se inserta otro. Con ayuda de esta última barrita, de un lado, y  de uno de los rayos de las estrellas, del otro, el conjunto puede erguirse como sobre dos patas.
Uno se siente inducido a creer que esta criatura tuvo, en otro tiempo, alguna especie de forma inteligible y que ahora está rota. Pero este no parece comprobado; al menos, no hay nada que lo demuestre; no se ve ningún agregado o superficie de rotura que corrobore esta suposición; aunque el conjunto es absurdo, parece completo en sí. Y no es posible dar más detalles, porque Odradek es extraordinariamente ágil y no se deja atrapar.
Habita alternativamente en la buhardilla, debajo de la escalera, en los pasillos y en el zaguán. A veces no se deja ver durante varios meses, como si se hubiese ido a otras casas, pero siempre vuelve, fielmente, a la nuestra. A veces, cuando uno sale por la puerta y lo descubre arrimado a la baranda, al pie de la escalera, siente deseos de hablarle. Naturalmente, uno no le hace una pregunta difícil, más bien lo trata- su tamaño diminuto es tal vez el motivo- como a un niño.
- Bueno, ¿cómo te llamas? 
-Odradek -dice él.
-¿Y dónde vives?
-Domicilio desconocido -dice, y ríe. Claro que es la risa de alguien que no tiene pulmones, suena más o menos como el susurro de hojas caídas.
Y así termina generalmente la conversación. Por otra parte, no siempre responde; a menudo se queda callado, como la madera de la que parece estar hecho.
Ociosamente me pregunto qué será de él. ¿Acaso puede morir? Todo lo que se muere tiene que haber tenido alguna especie de intención, alguna especie de actividad que lo haya gastado; pero esto no puede decirse de Odradek. ¿Será posible entonces que siga rodando por las escaleras y arrastrando pedazos de hilos ante los pies de mis hijos y de los hijos de mis hijos? Evidentemente no hace mal a nadie; pero la suposición de que pueda sobrevivirme me resulta casi dolorosa.







11 comentarios:

  1. Qué bueno, Betina!! Empezar así el año... Disfrutando de los infinitos horizontes que te ofrecerán los nuevos libros, que se irán sumando a tu biblioteca como buscando un lugar propio... Espero que muchos personajes, como este simpático Odradek, lleguen a tu puerta... Para colmarte de felicidad.

    Que termines de la mejor manera tu semana kafkiana... Y gracias por compartir tu descubrimiento!

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    1. Una de las cosas buenas del verano es tener más tiempo para leer lo que quiero (durante el año leo mucho pero por trabajo). Y la otra cosa buena de este tiempo de ocio fue hacer lugar para lo nuevo. Porque el lugar físico de alguna manera propicia el lugar mental. Así llegó este insólito Odradek a habitar mi biblioteca y mi cabeza, sumándose a tantos otros seres imaginarios- o no, quién sabe- tan asombrosos e inasibles como él.

      Gracias por tus buenos deseos, Sinuhé, y por tu cálida compañía, siempre.

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  2. Una manera deliciosa de comenzar el año, Betina. Gracias por compartir este cuento, apenas he leído nada de Kafka y no me imaginaba un libro lleno de singulares cuentos como éste que compartes.
    Espero que disfrutes con tus nuevas semillas y te deseo lo mejor para este nuevo año.
    Un beso

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    1. Yo también había leído poco, y me sorprendieron estos relatos, aunque Gregorio Samsa-el protagonista de La metamorfosis- bien podría haber integrado este Bestiario...

      Gracias, Carmela, también te deseo un año lleno de cosas nuevas y buenas.
      Un abrazo

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  3. No conocía este cuento, Betina, es espectacular. Contiene el germen de los cronopios y el espíritu de las poesía "Las cosas" de Borges:
    El bastón, las monedas, el llavero,
    la dócil cerradura, las tardías
    notas que no leerán los pocos días
    que me quedan, los naipes y el tablero,
    un libro y en sus páginas la ajada
    violeta, monumento de una tarde
    sin duda inolvidable y ya olvidada,
    el rojo espejo occidental en que arde
    una ilusoria aurora. ¡Cuántas cosas,
    láminas, umbrales, atlas, copas, clavos,
    nos sirven como tácitos esclavos,
    ciegas y extrañamente sigilosas!
    Durarán más allá de nuestro olvido;
    no sabrán nunca que nos hemos ido.
    Jorge Luis Borges

    Que sigas disfrutando del verano, el descanso y las lecturas. Un abrazo.

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    1. ¿Viste qué lindo es?... Y pensé lo mismo que vos, tanto que el subtítulo del post iba a ser "Kafka también era un cronopio!" :-)
      Gracias por traer el poema de Borges, tan oportuno.

      Otro abrazo para vos, querida Eleonora. Buen verano y buenas lecturas!

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  4. Bestiario es el primero libro de cuentos de Julio Cortázar... ¿Coincidencia o ceguera del editor...?

    Saludos

    J.

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    1. La elección del título no sería casual ni fruto de la ceguera del editor, ya que en el prólogo se dice lo siguiente: "La idea de reunir las narraciones de Kafka con tema animal en un volumen no es, al fin y al cabo, original; ni lo es el título que le hemos puesto: Bestiario. " A continuación, el prologuista cuenta que fue el mismo Kafka quien, en su momento, sugirió el título "Dos historias de animales" para la publicación de esos cuentos en una revista. Esos datos los decidieron a reunir los once relatos del presente libro bajo el título común de Bestiario.
      Los editores pueden pifiarla como cualquier mortal, pero en este caso me parece acertada la elección, no solo porque un "bestiario" es un compendio de animales, sino porque remite a seres fabulosos, como las criaturas que pueblan estos relatos.

      Saludos, J.

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  5. Alguien dijo con razón que Kafka es el mejor de todos. Si en algún lugar la literatura demuestra que existe es en su escritura. Va mi aporte. Es un relato breve del escritor checo llamado Comunidad.
    Un lindo abrazo desde Suspende, Betina Z.

    COMUNIDAD

    Somos cinco amigos.
    Una vez salimos, uno tras otro, de una casa.
    Primero salió uno y se colocó al lado de la puerta de calle; después el segundo salió por la puerta, o, mejor dicho, se deslizó con la misma suavidad con que resbala una gota de mercurio, y se ubicó no lejos del primero; después el tercero; después el cuarto; después el quinto. Finalmente nos pusimos todos en una línea. Parados. La atención de la gente empezó entonces a centrarse en nosotros. Nos señalaban y decían:
    --Los cinco acaban de salir de la casa.
    Desde entonces vivimos juntos.
    Sería una existencia pacífica si no viniera siempre un sexto a entrometerse. No nos hace nada pero nos resulta fastidioso. Y eso ya es bastante. ¿Por qué se mete por la fuerza donde nadie quiere saber de él?
    No lo conocemos y no queremos aceptarlo con nosotros. Tampoco nosotros cinco nos conocíamos antes, y, si se quiere, tampoco ahora nos conocemos; pero lo que entre nosotros cinco es posible y se admite, con el sexto no es posible. Y no se admitirá.
    Aparte de todo esto nosotros somos cinco y no queremos ser seis.
    ¿Y qué sentido tiene, en definitiva, este permanente estar juntos? Ni siquiera para nosotros tiene sentido alguno. Pero nosotros ya estamos juntos y continuaremos así; basándonos precisamente en nuestras experiencias no queremos una nueva unión. Pero, ¿cómo puede uno hacerle entender esto al sexto? Darle largas explicaciones significaría ya casi aceptarlo en nuestro círculo. Preferimos no aclarar nada y no lo aceptamos. Por más que saque trompa lo alejamos a codazos; pero por más que lo alejamos a codazos él siempre vuelve.

    Franz Kafka

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    1. Un relato sobre lo inexplicable de la amistad. O de cualquier vínculo. Pura arbitrariedad, pero indiscutible.

      Gracias por el aporte, Luis, otro abrazo desde la Luna.

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  6. Ese relato, Betina, trasciende el tema de la amistad. El tema ahí es el otro. Cualquier otro. Te diría incluso que puede entenderse mejor lo que ha pasado en París con los periodistas de Charlie Ebdo leyendo este relato breve. Para los cinco hay siempre un sexto que molesta. No saben bien por qué molesta. Y entre los cinco tampoco hay una amistad verdadera. Kafka subraya esto último. Y sin embargo el sexto siempre vuelve
    Un abrazo,
    L.

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