Imagen: "Barco sonámbulo", Pavel Bergr

6 de enero de 2015

Preparando el terreno




De repente - y casi sin que me dé cuenta- las obligaciones laborales se acabaron.
Es el umbral del ocio, el interregno donde aún quedan ciertos compromisos que cumplir, algunas cosas por resolver. Entre ellas, una que vengo postergando todo el año: ordenar las bibliotecas.
Finalizada la tarea, varios libros que andaban perdidos hallaron su lugar. Otros siguen conviviendo en feliz mezcolanza de géneros, autores y países. Y unos cuantos abandonan el barco, dejando espacio para nuevas lecturas.
Qué alivio.

Ahora sí, el terreno está preparado. Libre de yuyos y malezas, la tierra fresca y dispuesta.
Veremos qué semillas caen. Y qué crece allí.






1 comentario:

  1. Estoy en una tarea parecida, Betina. Tengo un lío grande con los libros y los libros, lo sabés tanto como yo, me organizan la cabeza, me dan vida, me dan confianza. Ni vos ni yo leemos para ser cultos. Leemos por una razón íntima, visceral casi. Y las bibliotecas, sí, nos desafían a cada instante con su tendencia a despelotarse. Un abrazo desde Suspendelviaje para esta luna brillante.
    L.
    L.

    ResponderEliminar